Se nos sugiere que los derechos
humanos son un conjunto de principios que deben ser protegidos para todos los
mexicanos sin distinción alguna, en tanto son atributo de los seres humanos por
el sólo hecho de serlo. Y en este sentido se nos suele reiterar con desmesurada frecuencia que en particular el derecho a la educación en nuestro país, debe
ser considerado como el motor del desarrollo personal y social, y además de ser una primicia que adquiere
relevancia como uno de los derechos humanos fundamentales.
Si bien coincido con
este contexto en general, las personas que estamos en favor de las ideas de la
libertad en general, creo que podemos concordar en que este derecho a la educación debe
precisar con mayor detalle ciertos aspectos poco considerados por la generalidad política, así como las consecuencias que esta invisibilidad provoca.
Derecho a la educación |
Luego entonces, habrá que
especificar que, para poder garantizar el derecho a la educación de cualquier
mexicano, no implica necesariamente que la educación sea ejecutada
exclusivamente por las dependencias estatales educativas (SEP, secretarías estatales y universidades públicas). Bien se puede sufragar este derecho mediante un cupón educativo por
medio de cualquier institución educativa (pública o privada).
Por desgracia, con el pretexto de
garantizar la educación muy en especial a las personas más limitadas en lo económico, el
Estado mexicano se apropió de los planes y programas de estudio en general, monopolizando
el sistema educativo, nulificando las opciones pedagógicas universales que podrían ofrecer toda clase de soluciones, suprimiendo didácticas encaminadas
a la diversidad cultural que podrían ser viables para nuestra sociedad mexicana (como en comunidades indígenas).
Esta política suprimió la certificación de estudios de instancias particulares por considerarlas entidades de valor ínfimo o de poca calidad moral. Todo esto, no sólo ha originado que la educación, esté bajo control absoluto del Estado mexicano, sino que la educación esté a expensas de arbitrariedades y despotismos de políticos, sindicatos y burócratas sin que los ciudadanos puedan tener alternativas ante tales excesos de poder y estén sujetos a toda clase de injusticias en este ámbito.
Esta política suprimió la certificación de estudios de instancias particulares por considerarlas entidades de valor ínfimo o de poca calidad moral. Todo esto, no sólo ha originado que la educación, esté bajo control absoluto del Estado mexicano, sino que la educación esté a expensas de arbitrariedades y despotismos de políticos, sindicatos y burócratas sin que los ciudadanos puedan tener alternativas ante tales excesos de poder y estén sujetos a toda clase de injusticias en este ámbito.
Los padres de familia (contribuyentes
mexicanos) que han optado por la educación pública para sus hijos, han estado obligados a tolerar perfiles mediocres y pésimos
desempeños docentes, planes de estudio mal planificados (sin ninguna meta
objetiva), infraestructuras educativas de pésima calidad, y lo más grave, estar
a merced de burócratas con nula capacidad para ofrecerle dirección y orientación adecuadas a futuros egresados para que a su vez, puedan desarrollar capacidades acordes a lo que requiere nuestra sociedad. Mientras que los padres de familia que han optado por la "educación privada" para sus descendientes (aún sabiendo que los planes de estudio son estatales), inevitablemente tienen que pagar doble: impuestos educativos para financiar la educación de otros, y además colegiaturas particulares por el otro. Con este perverso sistema educativo, todos salimos perdiendo.
Insisto, la
educación en nuestro país está dominada por distintos lobbys: sindicatos con influencias políticas que son usados para
distintos fines menos para la mejora de la enseñanza, burócratas que usan las
reformas educativas a su conveniencia para someter a la juventud a la ideología
colectiva en turno, y políticos que usan las plataformas educativas a la conveniencia
de partido, religión o de cualquier patriotismo o nacionalismo de ocasión.
Planes y programas de estudio, así como escuelas públicas y privadas en México
han estado al servicio de la entidad política dominante, en prejuicio principalmente
de los ciudadanos de bajos recursos (a quienes se supone que debe privilegiar la
educación pública en mayor medida). Aún así, todo el tiempo se nos alecciona que este es el mejor sistema educativo, el único que puede garantizar la educación pública, gratuita, laica y de calidad. Nada más falso que eso.
Acuerdo 450. La SEP obliga a las particulares no incorporadas a especificar que sus planes no tienen reconocimiento de validez oficial |
Ante esta lamentable situación,
creo que es necesario orientar la educación pública a un sistema de de amplia diversidad. Por ello me gustaría exhortar al Congreso de la Unión entrante a discutir si quiera, la posibilidad de que las instituciones educativas particulares (y oficiales que lo deseen), puedan ofrecer metodologías alternativas a
los dictados por el Estado y sus instituciones educativas que imponen planes y programas únicos en el país, que puedan aplicar distintos esquemas didácticos encaminados
a desarrollar con mayor dinámica las habilidades individuales, en inteligencias
múltiples y fortalecer los conocimientos generales que ellos consideren
adecuados para las necesidades actuales del momento.
De esta manera, los padres
mexicanos, podrán ofrecer mejores alternativas educativas a sus hijos, y lo más
importante, se podrá ejercer el derecho universal a la educación que proclama
la Declaración Universal de Derechos Humanos (Artículo 26):
Toda persona tiene derecho a la educación [...] La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; […] Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Sería deseable que este tema tan
importante formara parte de la agenda de la clase política mexicana en el
gobierno entrante. Me pareciera muy digno que se pusieran a trabajar en serio y que nos permitieran a los ciudadanos escoger libremente entre la diversidad de sistemas pedagógicos existentes y que consideremos el ideal para nosotros mismos o para nuestros hijos.
¿Qué justifica que una autoridad educativa totalitaria sea la que imponga un sistema educativo generalizado a los ciudadanos de una nación supuestamente libre?
Considero que esto no sólo permitirá ofrecer mejores esquemas de escolarización y de enseñanza (tanto públicos y privados), sino que con esta medida se contribuye a mejorar el desempeño laboral de los docentes sin la necesidad de obligarlos a seguir reformas educativas que no llevan a ningún lado. De la misma manera estimo que las instancias educativas particulares (y públicas que así lo decidan) pudiendo certificar con planes independientes a los ofrecidos por la instancia estatal única (SEP y universidades oficiales), los padres de familia podrán no sólo garantizar el derecho a la educación de sus hijos (gratuita y de calidad), sino que podrán sufragar el derecho pleno a la educación que ellos consideren apropiada, como lo sugiere la DUDH en su artículo 26.
¿Qué justifica que una autoridad educativa totalitaria sea la que imponga un sistema educativo generalizado a los ciudadanos de una nación supuestamente libre?
Considero que esto no sólo permitirá ofrecer mejores esquemas de escolarización y de enseñanza (tanto públicos y privados), sino que con esta medida se contribuye a mejorar el desempeño laboral de los docentes sin la necesidad de obligarlos a seguir reformas educativas que no llevan a ningún lado. De la misma manera estimo que las instancias educativas particulares (y públicas que así lo decidan) pudiendo certificar con planes independientes a los ofrecidos por la instancia estatal única (SEP y universidades oficiales), los padres de familia podrán no sólo garantizar el derecho a la educación de sus hijos (gratuita y de calidad), sino que podrán sufragar el derecho pleno a la educación que ellos consideren apropiada, como lo sugiere la DUDH en su artículo 26.
Ciudad de México. Agosto de 2018.
Guillermo Rosas Álvarez
Guillermo Rosas Álvarez